Lo que más nos gustó en general fue todo, la amabilidad de Fabiola con su gran recibimiento, hace sentirte como en casa. La atención, servicio, profesionalidad de su hijo Jose, tanto en la cocina, como su preocupación porque todos los clientes quedáramos satisfechos.
Calidad de la comida, limpieza, el entorno y la ubicación. Lugar perfecto para desconectar, relajarte y cargar pilas.